Antes de producirse lo que se conoce en la historiología nacional como independencia efímera, el país vivió en un letargo desde el 1809 hasta el 1821, ya que aparentemente la monarquía española había perdido el interés por la posesión oriental de la isla de Santo Domingo, posiblemente por los conflictos que seguían ocurriendo en Europa a causa de las guerras napoleónicas o por problemas económicos. Al principio de la reconquista El Brigadier Juan Sánchez Ramírez asumió el control de la zona oriental pero falleció a los dos años en el 1811 a la edad de 49 años. Después de su muerte lo sustituye en el cargo el Coronel Manuel Caballero y le sirve de asistente a este José Núñez de Cáceres quien tenía las funciones de Teniente Asesor del Gobernador. Estos años también fueron llenos de conflictos como el caso de una rebelión que ocurrió por parte de los oficiales de origen italiano en contra de las medidas de Núñez de Cáceres y en los ingenios de Mojarra y Mendoza también surgieron brotes de sublevación contra el orden institucional establecido, pero rápidamente y con mucha crueldad ambos eventos fueron controlados por las autoridades. Los españoles luego nombran al anciano Carlos Urrutia como gobernador quien duro desde 1813 al 1818. Después de Urrutia asume Sebastián Kindelan pero la situación continuo muy inestable socialmente hablando y el 16 de mayo del 1821 lo sustituye Don Pascual Real, quien no pudo aplicar medidas administrativas que convencieran a los pobladores de la colonia sobre el mejoramiento de su situación económica y su seguridad interior, originándose entonces una revuelta apoyada por negros y mulatos y gran parte de la población blanca dirigida por José Núñez de Cáceres quienes arrestan al último patriarca español de esta etapa Don Pascual Real. El ultimo patriarca español de la primera y larga era fue Don José Gabriel García quien había asumido desde el 1 de diciembre del 1788 hasta que le entrego a Toussaint en el 1801 el 26 de enero y fue enviado en una embarcación a España.